viernes, 23 de marzo de 2012

Iliada--

http://literatura.itematika.com/descargar/libro/144/iliada.html

Lazarillo de Tormes-- libro para imprimir

http://literatura.itematika.com/descargar/libro/7/la-vida-del-lazarillo-de-tormes.html

Don quijote de la mancha!!!

http://literatura.itematika.com/descargar/libro/43/el-ingenioso-hidalgo-don-quijote-de-la-mancha.html

Emilia Balzán --Realista ( prof. lengua)

 Cuentos completos. http://revistakatharsis.org/cuentos_dramaticos.pdf

FORTUNA DE ORO (Prof. lengua)

esta es la página donde está la obra completa de Perez Galdós. " LA FORTUNA DE ORO"

http://es.wikisource.org/wiki/La_fontana_de_oro_(Versi%C3%B3n_para_imprimir)

martes, 20 de marzo de 2012

ESOS LOCOS DOCENTES QUE CIERTO

Feliz ciclo lectivo 2012!!! “Esos locos que enseñan. Yo los conozco. Los he visto muchas veces. Son raros. Algunos salen temprano por la mañana y están en el cole una hora antes,otros salen del cole una hora más tarde porque tienen entrevistas con los padres que trabajan y no pueden acudir a otra hora, otros recorren todos los días varios Km de ida y otros tantos de vuelta. Están locos. En verano les dan vacaciones, pero no desconectan del todo, piensan en sus clases, preparan tareas para el curso siguiente. En invierno hablan mucho, siempre llevan caramelos de miel y limón en los bolsillos, otros con una botella de agua a su lado. Su garganta siempre está dolorida, pero siguen enseñando, a veces fuerzan su voz, pero siguen transmitiendo sus conocimientos con cariño e ilusión. Yo los he visto, no están bien de la cabeza. Salen de excursión con sus alumnos y se encargan de gestionar autorizaciones, recogida de dinero y responsabilidad extra. Qué será de ellos y ellas. Por la noche sueñan con el colegio, se les aparecen planetas, ecosistemas y personajes históricos. He escuchado que llegan cargados con cuadernillos y exámenes, que han corregido la tarde anterior en su casa. Son mujeres y hombres, casados, solteros,...de diferentes edades, pero a todos les apasiona su trabajo, ver crecer a sus alumnos, ayudarlos y conseguir de ellos ciudadanos competentes. Los he visto muchas veces. Están mal de la cabeza. Algunos dicen de ellos que viven muy bien, pero siempre luchan por un salario justo y siguen trabajando incluso más que antes, algunos no miran ni su nómina porque su pasión por la enseñanza los hace ciegos a pensar en el cobro. Disfrutan con lo que hacen, aunque haya padres que no los valoren, les critiquen e incluso les quiten autoridad, (a veces hasta les agreden), pero ellos siguen hacia adelante. Están mal; por las tardes quedan para hacer cursos de formación y no les importa perder tiempo de su ocio para reciclarse. Dicen que son autocríticos y que hacen balance de sus experiencias educativas, que se frustran cuando no salen las cosas como esperaban, que se alegran cuando sus alumnos avanzan. Están mal de la cabeza, yo los he visto. Dicen de algunos que fueron muy importantes, que siempre tienen palabras de aliento; dicen sólo que son DOCENTES y que se sienten MUY ORGULLOSOS DE SERLO. Si conocéis alguno reenviarle este e-mail, quizá se sienta identificado

ASÍ CAMINAREMOS ESTE AÑO!!! BIENVENIDOS

Intro--NARRATIVA (profesorado)

Introducción a la narrativa Cuando en un curso de introducción a la literatura hablamos de la narrativa como uno de los géneros literarios, asociamos inmediatamente este término con el cuento y la novela. Sólo cuando tratamos de definir qué es un cuento, por ejemplo, empezamos a comprender la complejidad que implica el término narrativa. En una primera aproximación podemos decir que narrativa se refiere a un proceso de comunicación mediante el cual un autor crea personajes para expresar ideas y emociones. En los textos académicos de teoría literaria se extiende normalmente el concepto de narrativa a toda obra que describe un hecho; y se entiende por hecho todo acontecer objetivo o subjetivo, exterior o interior a un personaje. De un modo más preciso, nosotros podemos decir que con narrativa hacemos referencia a un relato que consta de una serie de sucesos (la historia), a través de la representación humana (el narrador, los personajes) y con posibles comentarios, implícitos o explícitos, sobre la condición humana (el tema). En este curso de introducción a la literatura nos vamos a aproximar a la narrativa a través del cuento, aun cuando también incluimos novelas cortas. Para mejor visualizar las características de la narrativa vamos a hacer uso de una serie de mapas semánticos, que nos permiten profundizar a distintos niveles de complejidad. También incluimos una Guía para una lectura crítica de la narración y, como ejemplo, una propuesta de análisis de un cuento, “Desdistancias”. 1. ¿Podemos decir, según la definición anterior, que la narrativa consta de tres elementos fundamentales? Las variaciones de textos narrativos son tan numerosas que cualquier definición parece limitar el proceso creativo. No obstante, en nuestra aproximación a la narrativa vamos a concentrarnos en aquellas características que determinan el género. En este sentido hablamos de los tres elementos antes citados, a los cuales añadimos un cuarto: historia, narrador, discurso y tema. Gráficamente lo podemos representar con el siguiente mapa semántico: 2. ¿Cómo se relacionan esos términos y qué significan en el contexto de la narrativa? Estos términos (narrador, historia, discurso y tema), junto a los otros que se anotan en el glosario específico para la narrativa, se estudian por separado con numerosos ejemplos que facilitan su comprensión. Como señalamos al comienzo, estos elementos condicionan la narrativa en el sentido de que con ellos hacemos referencia a la creación del mundo ficticio (la historia), a la creación de un ambiente y unos personajes (el narrador), y al modo cómo el autor manipula el tiempo, los personajes, la estructura de los sucesos (el discurso). El tema constituye la idea central que domina en la historia. 3. Según lo anterior el elemento esencial es la historia y los otros tres muestran la idea central y los recursos mediante los cuales se construye. ¿No es así? Ver la narrativa a través de la historia es una perspectiva legítima. Pero también lo sería un análisis a través del discurso o del narrador o del tema central en aquellos casos en los que existe un tema explícito omnipresente. Todos ellos se complementan y a veces se subordinan unos a otros. La complejidad de cada uno de estos conceptos requiere un estudio detenido. 4. ¿Qué factores debemos tener en cuenta al estudiar la historia? Vamos a hacer de nuevo uso de un mapa semántico en el que colocamos en torno al término historia una serie de palabras que representan conceptos relacionados. Luego podremos ir estableciendo relaciones que nos permitan comprender la dimensión de lo que denominamos la historia. Las palabras que se anotan en el mapa semántico representan conceptos fundamentales para comprender la historia, aunque alguno de ellos, estructura y trama, por ejemplo, se relacionan más con el discurso. La historia es lo que ocurre (el relato) en el acontecer cronológico de los sucesos. Los términos de estructura y trama se refieren al orden cómo el autor presenta los sucesos en el texto. 5. ¿Contienen todos los textos narrativos los mismos elementos? No. Hay gran variedad en los recursos que el autor usa para decir la historia y en el modo cómo los ordena en su discurso. En el análisis de cada uno de estos conceptos proporcionamos numerosos ejemplos que muestran esa riqueza. En esta reflexión introductoria sobre la narrativa hacemos referencia a características generales. Así, consideramos como partes de la historia: la exposición (la creación de los personajes, del ambiente, de relaciones, etc.), el desarrollo (el proceso cronológico de los sucesos), el clímax (el momento de máxima tensión) y el desenlace (consecuencias de los sucesos y, en ocasiones, restablecimiento del orden). 6. ¿En qué se diferencia un marco cerrado de un fin cerrado? Ambos conceptos son diferentes. Con el término de marco hacemos referencia a la razón que justifica el contar la historia. Es algo así como el marco en el que colocamos una fotografía; el marco contiene la fotografía, pero no es parte de la foto. Como explicamos bajo el concepto de marco, éste puede tomar formas muy variadas. En épocas antiguas nos mostraba quién contaba la historia, a quién se contaba y por qué se contaba. En tiempos modernos no es tan frecuente el uso de un marco, pero cuando se incluye, puede hacer referencia, entre otros muchos motivos, al origen de la historia o a las razones que motivan al autor a contarla (marco abierto es cuando se incluye sólo a comienzo y marco cerrado cuando también se incluye al final del cuento). El término fin cerrado se refiere a la historia misma y con él queremos decir que tiene un desenlace, es decir, que se da respuesta a las incógnitas que surgen durante el relato. 7. ¿Qué diferencia hay entre el suspenso y los puntos decisivos? Ambos, suspenso y puntos decisivos, son partes de un mismo proceso. Un punto decisivo es un momento en la historia en el que se inicia un cambio que va a ser fundamental en el desarrollo y por consecuencia también en el desenlace o percepción de lo que pueda ser el desenlace. Estos momentos crean anticipación en el lector y así una actitud de suspenso, de expectativa. Sirven también para ordenar las acciones y, muy importante en el proceso narrativo, sirven para establecer funciones precisas a dichas acciones. 8. ¿Podríamos considerar la acciones como parte de la historia y la función como perteneciente al discurso? Sí, en efecto, aun cuando no debemos crear divisiones. Los mapas semánticos y clasificaciones que establecemos en esta introducción a la narrativa, tienen como función explicar la terminología. En la realidad, todos estos conceptos están íntimamente relacionados, y se comprenden mutuamente en contexto unos con los otros. Por ejemplo, la acción de encender un cigarrillo puede ser neutra, pero el narrador o el autor puede dar a esta acción una función determinada (lo cual es ya parte del discurso) para reflejar nerviosismo. 9. Entonces, ¿Cómo podemos aproximarnos al estudio del discurso? Hemos señalado ya que el discurso alude a cómo se desarrolla la historia; es decir, con el término discurso hacemos referencia a los recursos o procesos de comunicación que emplea el autor para transmitir su historia. Así el tono que ayuda a crear una ambientación y que, por ejemplo, puede ser irónico o sarcástico, literal o figurado. También es parte del discurso el estilo directo o indirecto que puede usar el autor y la función que confiere a las distintas acciones. El discurso, en otras palabras, se ocupa de los distintos modos de manipular la presentación de las acciones y del tiempo (cronológico, psicológico) en que éstas suceden, a través de la estructura peculiar que da a su historia. Otros elementos que podemos asociar con el discurso son el uso del diálogo o del monólogo interior, el uso de la descripción o de la narración. También es parte del discurso los indicios que el autor va incluyendo a lo largo del texto y que sirven, entre otras funciones, para guiar, para confundir, para crear tensión, para anticipar el desenlace. Podemos agrupar todos estos recursos, que se explican por separado en el glosario de la narrativa, a través del siguiente mapa semántico: 10. La descripción de lo que es el discurso muestra su relación con lo que hemos denominado la historia. Parecen dos caras de una misma moneda. ¿Cómo se relaciona el narrador con el discurso y la historia? Hemos señalado anteriormente que no usamos estos términos para establecer divisiones, sino para ver desde distintas perspectivas lo que queremos expresar bajo el concepto de narrativa. El narrador es parte integrante de la historia y del discurso; no se puede separar de ellos, pero sí podemos analizar la historia desde la perspectiva del narrador. Vamos a usar de nuevo un mapa semántico que reúna los distintos recursos que asociamos con el narrador: 11. ¿Qué quiere decir analizar la historia desde la perspectiva del narrador? El narrador es quién nos cuenta la historia y por eso es importante reflexionar sobre los recursos que usa el autor para crear su narrador. El narrador controla los dos procedimientos complementarios de toda narrativa, la mimesis (showing) y diégesis (telling) y mediante ellos la creación de los personajes. De esta importancia, surgen las preguntas de quién es el narrador, cómo controla el proceso de la narración y desde qué perspectiva lo hace. El proceso de la narración es diferente si contamos con un narrador fidedigno (confiable) o si por el contrario el narrador no es confiable; también afecta nuestra interpretación de la historia si determinamos que es un narrador objetivo o un narrador inocente, así como la distancia desde la que nos cuenta o presenta los sucesos. Esta distancia puede ser espacial, temporal o incluso psíquica. Todos estos elementos crean un tono peculiar. 12. Entonces surge una pregunta fundamental ¿quién es el narrador? Así es, en efecto. Muchas de las clasificaciones de las obras narrativas se basan en los distintos tipos de narrador. Así tenemos narradores en primera persona, en tercera persona e, incluso, en segunda persona. Cada uno de estos narradores presenta un punto de vista único. Pero el proceso de clasificaciones puede ser muy complejo: el narrador en tercera persona puede ser omnisciente o con conocimientos limitados de lo que sucede, puede ser un narrador testigo con una perspectiva subjetiva o, por ejemplo, un objeto que narra lo que ve y oye de forma objetiva (véase la clasificación detallada y con numerosos ejemplos que incluimos al explicar el término de narrador). 13. En el mapa semántico se incluye el término de “autor implícito”, ¿Qué relación hay entre el autor de la obra narrativa, el autor implícito y el narrador? En la introducción a este curso, bajo el título de “Qué es literatura”, hicimos referencia a las relaciones entre autor, texto y lector. En el caso de la narrativa, que crea un mundo ficticio, se incluyen a veces referencias a un autor o a un lector, que por estar en el cuerpo mismo de la historia, son ficticios, pero que en ocasiones muestran referencias directas al autor real del texto. Coloquemos de nuevo estos términos en un mapa semántico: Podemos decir que el texto hace referencia tanto al autor(a) real como al autor implícito, tanto al narratario como al lector(a) implícito, pero las relaciones son distintas. El lenguaje y el estilo, por ejemplo, pueden caracterizar a un escritor, pero la obra narrativa es una creación ficticia independiente, cuyas ideas o expresiones no deben identificarse necesariamente con las del autor. En aquellos casos en los que el autor interviene en el texto de la narración, incluso usando el mismo nombre del autor real, podemos hablar de un autor implícito, que es una creación ficticia, aun cuando sus posiciones se acerquen a las del escritor de la obra. El narratario es igualmente una creación ficticia. Llamamos narratario al destinatario ficticio de la narración (véanse los ejemplos que incluimos en la explicación de estos términos).

miércoles, 7 de marzo de 2012

LOS ESTERIOTIPOS DE LA MUJER EN LA LITERATURA (5to- 6to) Leer


A lo largo de la historia, se le ha dado un valor a la figura femenina y masculina e la literatura y han asumido ciertos roles o funciones, que – muchas veces – están determinadas por su sexo.Esto queda reafirmado en el siguiente texto, extraído de la Revista Humanitas, en su publicación número siete, con el comentario de Jutta Burggraf:
“Cada sexo tiene rasgos que lo caracterizan: cada uno es superior al otro, en un determinado ámbito. Naturalmente, el hombre y la mujer no se diferencian en el grado de sus cualidades intelectuales o morales; pero sí, en un aspecto ontológico elemental, como es la posibilidad de ser padre o madre y en aquellas capacidades que de ello se derivan. Es sorprendente que un hecho tan simple como éste, haya causado tantos extravíos y confusiones.”
En nuestra cultura, la de occidente, se ha asociado siempre la imagen de la mujer y del hombre a ciertos personajes literarios, que han sido conocidos y heredados de la tradición clásica, los que tienen modos de comportamiento que se asocian a un determinado estereotipo, sean porque son retratos preestablecidos o roles preasignados, que se han ido reiterando a lo largo de la historia, a causa del contexto y entorno socio-cultural. Es así que se tiende a relacionar a la mujer con una imagen sensible, mucho más emocional, sobria, recatada, pudorosa; a veces remitida al tema de la reproducción y que debe ser sumisa.
En contraste, el rol del hombre se ha fijado a lo racional, frío o insensible, inteligente y creativo, sostenedor, cercano al poder, entre otros. Sin embargo, durante los últimos siglos, más específicamente desde los siglos XIX y XX (con mayor auge en el XXI) esto se ha revertido paulatinamente, ya que la mujer comenzó a tener más y mayor participación social, su rol se torno activo en el sector público y ya no es vista como frágil; asimismo, el hombre ha empezado a expresar más abiertamente sus sentimientos y emociones, liberándose del estigma que debe responder a un canon rudo o frío.
Esto tiene que ver con lo que la tradición ha impuesto por moldes: que el hombre es racional y la mujer responde a la emocionalidad, que el primero es activo y la segunda pasiva. Es así, que lo masculino es sinónimo de poder, conocimiento y progreso, en oposición a la imagen femenina, que posee una dualidad: por una parte es la mujer abnegada y protectora, pero por otro lado es vista como la mujer mala, pues se atreve a desafiar lo que la tradición ha instituido y se vuelve independiente y ya no al arbitrio de lo que diga o determine el hombre. Estos estereotipos no han quedado ajenos al mundo de la literatura, la que ha reproducido las imágenes de cada género y ha difundido estas ideas. Asimismo, gracias a la literatura se ha diversificado la perspectiva de pensamiento, en el sentido de que la manifestación artística permite la posibilidad del cuestionamiento.

La imagen femenina en la literatura universal

A lo largo de la historia de la literatura han existido estereotipos ligados a la imagen masculina, como por ejemplo la figura del conquistador o el héroe; asimismo, la mujer ha estado cercana a la figura de una persona débil y servicial o de la esposa abnegada, así como de la mujer fatal. En algunas obras, se encuentra a un hombre, que tiene un perfil de héroe, acompañado de su fiel mujer, la que espera y obedece lo que designe su esposo; él es activo, batallador y buen padre, ella es buena dueña de casa y cuida a sus hijos, no posee vida ni decisiones propias y está al arbitrio de lo que el hombre desee. Con el paso del tiempo la mujer fue cambiando a una imagen de cortesana, donde tenía una imagen idealizada – por una parte – y una figura cercana a lo grotesco, donde la femineidad estaba en pugna con actitudes ahombradas y ejecutaban acciones viciosas; para ellas los hombres eran un objeto de placer y entretención, tal como ellos las utilizaban a ellas.
La imagen de mujer idealizada aparece de la mano de la obra Don Juan Tenorio de José Zorrilla, donde esta figura la encarna doña Inés, que es una mujer inmaculada, quien salva a Don Juan del abismo del libertinaje, gracias al profundo amor que siente por él. Por otro lado, en el siglo XV, existe la imagen de la mala mujer, que comienza con La Tragicomedia de Calisto y Melibea, que se hizo famosa con el nombre de La Celestina de Fernando de Rojas. Esta imagen se forjó a partir de una figura de mujer alcahueta, que es una especie de mensajera, pues lleva y trae mensajes de amor entre una pareja y utiliza recursos mágicos para poder enlazarlos; es astuta y sagaz, pero a medida que se desarrolla la trama va cayendo presa de sus propias artimañas, a consecuencia de su falta de ética y moral.
Esta obra cobra gran relevancia, pues fusiona elementos del mundo medieval y del renacentista, ya que combina la pesadumbre y pesimismo medieval – que tiene mucho que ver con el sentimiento de una vida trágica – con la exaltación o idealización de la mujer, asociado al espíritu del Renacimiento, que tendía a la divinización y llegó a ser considerado como un acto pagano. La idealización de la imagen femenina continúa en la obra de Miguel de Cervantes y Saavedra: El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha, donde se hace una exaltación de la figura de Dulcinea, que responde al prototipo de mujer ideal, sublime y frágil. En esta obra se hace más evidente esta idealización, pues Dulcinea se llamaba Aldonza y no correspondía a la imagen expresada, ya que la mujer real era todo lo opuesto: brusca, con actitudes ahombradas y con mucha fuerza. Cervantes utiliza el componente de la imagen ideal no sólo con Dulcinea, sino también se hace patente este recurso a lo largo de toda la novela. Es así que “confunde” a mujeres vulgares y de vida fácil con doncellas y damas de alta alcurnia. He aquí un fragmento:
“No huyan las vuestras mercedes, ni teman desaguisado alguno; que la orden de caballería que profeso no toca ni ataña hacerle a ninguno daño, cuanto más a tan altas doncellas. Mirábanle las mozas, y andaban con los ojos buscándole el rostro que la mala visera le encubría; mas como se oyeron llamar doncellas, y cosa tan fuera de su profesión, no pudieron detener la risa (…) Téntale la camisa y, aunque ella era de arpillera, a él le pareció de finísimo cendal… Los cabellos, que en alguna manera tiraban a erizar, él los marcó por hebras de lucidísimo oro de Arabia… y el aliento que, sin duda alguna, olía a ensalada fiambre y trasnochada, a él le pareció que arrojaba de su boca un olor suave y aromático. Finalmente él la pintó en su imaginación de la misma traza y modo que lo había leído en sus libros de la otra princesa que vino a ver al mal herido caballero”.
Podemos ver que el Quijote idealizaba de una manera increíble, pues hasta los olores no gratos los sentía aromáticos, causando una mayor admiración de sus “musas”. Con el paso de los años, llegamos al tiempo del Romanticismo, donde predomina el sentimiento de libertad, que venía de la mano de la Revolución Francesa, donde se iniciaron una serie de cambios de ideología. En este periodo la mujer comienza a luchar tenazmente por sus derechos, exige la posibilidad de crear, de tener parte en la obra artística, de escribir y poder publicar sus textos. El problema radicaba en que la sociedad de ese entonces no estaba en condiciones de recibir a esta “nueva” mujer ni menos para soportar más cambios radicales, que implicaban una nueva posición de la mujer en la sociedad y un trueque de roles asociados, por tradición, a los hombres. Fue por esa razón que las autoras tuvieron que publicar bajo un seudónimo que ocultara su real identidad.
En el tiempo del Realismo, mitad del siglo XIX, se buscó la representación objetiva de la realidad, de lo que sucedía, es por ello que con esta corriente emerge un nuevo tipo de imagen femenina, que fue la mujer anulada y oprimida por la sociedad. Esta mujer se rebela contra lo establecido, cansada de ser incomprendida y utilizada, se deja llevar por sus pasiones e impulsos y rompe con los cánones impuestos por la sociedad tradicional, que tendía a lo puritano. Es así que en este tiempo emerge la figura de la mujer infiel o adúltera, que obedece a sus deseos íntimos por sobre la razón, con la finalidad de alcanzar el éxito de su proyecto de vida y para ello lucha contra el machismo imperante, que reinaba hasta en las mentes femeninas, que veían al hombre como ser supremo y a quien se debía respetar por sobre todas las cosas. Esto queda en evidencia en la obra La Casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca, donde la imagen materna adquiere atisbos de machismo y reprime a las hijas, con la idea de mantener el honor de la familia y no quebrantar las reglas impuestas por la sociedad de ese entonces, anulando la posibilidad de realización personal de cada una de las integrantes del hogar.

Funciones de la Lit. ( 5to - 6to) leer y extraer ideas


La literatura, expresada en las obras, es una creación del lenguaje, ya que se utilizan palabras para crear mundos y representarlos y hacer una referencia o un paralelo a la realidad. Dentro de las finalidades que persigue la literatura podemos encontrar una finalidad estética, cognoscitiva, didáctico – moral  y de crítica social.

Finalidad Estética

Es cuando las obras literarias tienen la función de promover la belleza, de satisfacer a los lectores y permitirles que interpreten la realidad y para ello recurre a un lenguaje elaborado, muy cuidado, con especial dedicación en la estilística y los recursos literarios.

Finalidad Cognoscitiva

Se refiere a que la obra literaria busca la entrega del conocimiento, en cuanto a la realidad social que se vivencia; promueve que el lector adquiera comprensión por medio de la lectura, que se impregne de sabiduría y amplíe su visión.

Finalidad Didáctico – Moral

Esto implica que la obra literaria persigue brindar una lección, una enseñanza ética o moral a los receptores; tratando temáticas que tengan que ver con los valores humanos dentro de una comunidad o sociedad y utiliza moralejas para establecer cuáles deberían ser las normas pertinentes de conducta.

Finalidad de Crítica Social

Es cuando la literatura está comprometida con la realidad, con lo que acontece en la sociedad y sus problemáticas contingentes; por lo mismo, las obras literarias serían un medio de expresión, para plasmar descontento social o criticar el entorno histórico en que se desarrolla la creación.

Las diferentes literaturas ( 5to y 6to) extraer lo + importante


A lo largo de la historia de la literatura es posible distinguir cuatro grandes épocas.

Literatura Clásica o Antigua

Responde al periodo greco-latino, donde los principales exponentes fueron Homero y Virgilio. Esta literatura está alejada de los lectores ficticios y buscaba una relación congruente entre quien narra y su entorno o mundo, siendo su máxima finalidad el de brindar entretención. Manifestaciones de este tipo de literatura son la novela picaresca, la novela pastoril y la novela de caballería.

Novela picaresca

Pertenece al género narrativo. Responde a una crítica social y tiene como protagonista a un “pícaro” que va relatando – satíricamente – los acontecimientos que experimenta. El “pícaro” es el prototipo de un hombre o mujer joven, que vive gracias a las patrañas que realiza para subsistir y que se venga de quienes lo han dañado o despreciado.

Novela pastoril

También se le llama novela “bucólica” y es el texto narrativo que tiene como personajes a pastores, los que se idealizan y que se desenvuelven en un entorno de naturaleza y en ese contexto se desarrollan los acontecimientos amorosos u otros temas.

Novela caballeresca

Presenta un mundo que puede ser posible. Se idealiza a la mujer y se defiende con gran auge el honor, teniendo un sentido de justicia el protagonista de la obra. Se relata la historia de un caballero andante, que lucha en guerras y realiza grandes hazañas y que tiene principios que le instan a seguir batallando.

Literatura Medieval

Es la literatura que nacer al alero de la Edad Media, del Renacimiento, donde primaba una visión y carácter didáctico – moral. Los temas giran entorno a lo sagrado, a lo divino, a Dios, donde existe un eje fundamental entre éste y el hombre (teocentrismo), así como a los señores feudales. Algunas de las obras de este tiempo están escritas en latín, los textos eclesiásticos sobretodo, ya que era la lengua que predominada en los escritos de la época. Sin embargo, muchas de ellas presentan un autor anónimo. Una de las obras de este tiempo fue el Mío Cid.

Literatura Moderna

Se ubica a comienzos del siglo XVII, luego de la crisis del Renacimiento, donde hubo un descenso en la producción literaria, produciéndose una separación entre el narrador y el mundo representado, dándose mayor relevancia – dentro de la obra – al autor, ya que comienza a participar de manera activa.
El mundo narrado es el común y corriente, el cotidiano; donde se hace referencia a un mundo real, donde existe la presencia de un narrador personal, que relata con una función didáctica o de enseñanza, siendo éste el principal motivo de esta literatura. Asimismo se hace referencia al locus amoenus y a la idealización de la mujer. El fin de esta época se ubica a inicios del siglo XX, de la mano de las Guerras Mundiales.

Literatura Contemporánea

Con el fin de la Guerras Mundiales la narrativa experimenta una transformación, en cuanto a la utilización del lenguaje y a la visión que se tiene de la vida. Desde esta nueva perspectiva nace el tópico del carpe diem, que incita a vivir el día a día, ya que la existencia es muy fugaz. Este pensamiento se asocia al pesimismo que dejaron las guerras en el hombre y al sentimiento de fragilidad de la existencia.
Una de las características de esta época literaria, es que el narrador se abstrae, es decir, ya no interpreta una visión de mundo y deja esta labor en manos de los lectores, para que ellos descubran – por medio de las claves que entrega el narrador – el mundo representado.
El lector debe organizar estas claves y sacar sus propias conclusiones, sin necesidad que el narrador le explique o clarifique nada. Esta tarea del lector puede resultar caótica, pues existen demasiadas formas de expresión, como por ejemplo, el monólogo interior y la corriente de la conciencia, que son dos modos narrativos que nacen en este tiempo.
las literaturas 

MOV. LITERARIOS ( 5to y 4to)


Edad Media

Este periodo se ubica entre los siglos V y XV y en la literatura abarca en el año 1140, que es el año que se asigna a la escritura del Mío Cid, hasta el 1530, cuando comienza el Renacimiento. Dentro de sus principales características se encuentran:- Visiones rígidas y prefijadas.
  • Creencia a que el alma trasciende la muerte.
  • Teocentrismo.
  • La literatura cumple una finalidad didáctica, ya que informa y alecciona.
  • Temas que giran en torno a la muerte y la visión que tiene de ella la religión, el dolor y sufrimiento terrenal, relatos de la vida de los santos y el amor a lo sagrado y divino.
  • Representantes: Juan Ruiz con su Libro de Buen Amor, Gonzalo de Berceo y los Milagros de Nuestra Señora y Poema de Mío Cid, de quien no se conoce el autor.

El Renacimiento

Comienza a mitad del siglo XV, de la mano de un fuerte interés por redescubrir las tendencias antiguas y grecolatinas. Sus características fueron:
  • Visión antropocéntrica: el hombre es el centro del mundo.
  • La literatura posee un tono estético.
  • Pensamiento racionalista.
  • Amplitud de temas y contenidos.
  • Se exalta al hombre.
  • Temas recurrentes: el amor, lo bello, la vida y sus manifestaciones y la naturaleza.
  • Autores: Dante Alighieri con La Divina Comedia y Garcilaso de la Vega con su obra Églogas.

El Barroco

Este periodo comprende entre el año 1600 hasta finales del siglo XVII y es una continuación, más intensa, del Renacimiento. Entre sus rasgos principales se destacan:
  • El sentimiento de la escritura es de pesimismo, con un temple depresivo, cruel y frío.
  • Poco interés por la exaltación humana, ya que existe un desencanto por el hombre.
  • Lenguaje cerrado, muy hermético.
  • La forma adquiere individualidad y el contenido también.
  • Existencia de dos corrientes: el conceptismo y el culteranismo.
  • Exponentes: Miguel de Cervantes con El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Francisco de Quevedo y Sonetos (corriente conceptista); Pedro Calderón de la Barca con La Vida es Sueño y Luis de Góngora con su obra Sonetos, que sólo comparte el título con la obra perteneciente a de Quevedo, pues es de corriente culteranista.

Neoclasicismo

Este movimiento literario se origina en el siglo XVIII, entre los años 1737 y 1835 y busca retornar hacia lo clásico. En este tiempo se da el llamado “Siglo de las Luces” y entre sus características se hallan:
  • Literatura centrada en la razón.
  • Búsqueda de la perfección.
  • Los sentimientos no tienen mucha injerencia, en cuanto a lo emotivo.
  • Predomina la función de enseñar.
  • Existencia de objetividad para describir al hombre y sus características.
  • Representantes de este periodo: Leandro Fernández de Moratín con sus obras El sí de las niñas y El Viejo y la Niña y Jerónimo Feijoo con Cartas Eruditas.

El Romanticismo

Comienza en Francia, Alemania e Inglaterra, en el siglo XIX. Esta tendencia busca tener respuestas ante las inquietudes que dejó el neoclasicismo. Sus características fueron:
  • Búsqueda de la magia.
  • Preponderancia de la emotividad en desmedro de la racionalidad.
  • Se privilegia el contenido por sobre la forma.
  • Existencia de la subjetividad.
  • Importancia del “yo”.
  • Uno de los ejes temáticos es el suicidio.
  • Algunos autores de este tiempo: José Zorrilla con Don Juan Tenorio; Johann Goethe con Werther y José de Espronceda con su obra Canción del Pirata.

Realismo

Se halla desde comienzos del siglo XIX hasta su término, conviviendo con el romanticismo. Características principales:
  • Relatos de ambientes de índole social que corrompen al hombre.
  • Se hacen retratos humanos, caracterizaciones de individuos.
  • En España tuvo dos etapas: lo realista y lo naturalista.
  • Personalismo en la narración.
  • El narrados busca describir, mostrar, presentar y relatar lo que observa.
  • Autores de este tiempo: Alberto Blest Gana y Martín Rivas, Jorge Isaac con María y José Mármol con Amalia, entre otros.

Naturalismo

De origen europeo, nace como respuesta al romanticismo. Se le adjudica a Emile Zolá el nacimiento de esta tendencia, se le denomina el “padre del naturalismo”. Mantiene similitudes con el realismo y sus rasgos fundamentales fueron:
  • Alude a que el hombre es un ser determinado por el ambiente que le rodea, sin posibilidad de cambiar su destino.
  • Determinismo social.
  • Se privilegian los temas que refieren a entornos sociales bajos.
  • Origina la novela de corte social.
  • El autor quiere demostrar por medio del método científico, se basa en él para escribir.
  • Literatura muy crítica en cuanto a los temas sociales.
  • Algunos de los escritores de este tiempo fueron: Emile Zolá con Naná y Benito Pérez Galdós con Episodios Nacionales.

Modernismo

Nace a finales del siglo XIX hasta la mitad del siglo XX, influido por Francia. Dentro de sus características están:- Cambia el carácter local de la literatura.
  • En América Latina surge bajo el alero del Parnasianismo y Simbolismo.
  • No hay rigidez en la composición, existencia de libertad en la métrica.
  • Utilización del color en las oraciones, en las palabras en general.
  • Búsqueda de mundos exóticos.
  • Se realzan las rarezas y los temas fantásticos.
  • Predominio de una apertura mental, aunque sea considerado esto como “inmoral” (mundo erótico).
  • Representantes: Rubén Darío con Azul y Amado Nervo con Poemas, entre otros autores.

Generación del 98

Comienza en España, en el año 1898. Nace a partir de un sentimiento de descontento político, que ha llevado a un empobrecimiento de la producción literaria, a causa de la pérdida de Cuba del territorio hispano. Entre sus rasgos se encuentran:
  • El tema central de las obras es el existencialismo.
  • Se reflexiona en la situación del país.
  • Se usa un lenguaje simple, con la finalidad de transmitir fielmente el sentimiento de la nación.
  • Abundancia de crítica, que se manifiesta a través de la poesía, novela y el ensayo. Este último adquiere gran relevancia.
  • Busca responder a la interrogante de qué es el hombre y para dónde va.
  • Algunos de los escritores de este tiempo fueron: Miguel de Unamuno con Tres novelas ejemplares y un prólogo, Pío
  • Baroja con Camino de Perfección y Antonio Machado con la obra Poesía.

Las Vanguardias

Este movimiento nace en Francia entre las dos Guerras Mundiales y se expresa como una ruptura con la tradición, que tenía como discurso central la polémica, pues la vanguardia ostentaba un tono agresivo contra las corrientes más clásicas y ya establecidas en la literatura. El vanguardismo abarcó a muchas artes y no sólo a las letras, con la idea de dar otra visión de la realidad, una muy diferente a la que se conocía hasta entonces; es por ello que buscaba otros modos de expresión, que también fuesen considerados como válidos, ejemplo de esto son los cambios en la sintaxis y la ausencia de las rimas o rimas asonantes.

Creacionismo

Manifestación vanguardista que se evidencia en la lírica fundamentalmente, ya que el poeta es quien va revelando los diferentes misterios existentes en la palabra. Entre los rasgos principales se hallan:
  • El poeta es visto como un “pequeño dios”, que inventa su realidad.
  • Libertad absoluta en la escritura.
  • No se le da importancia a la métrica, pudiendo eliminarse la estrofa y el ritmo.
  • La poesía debe ser un reflejo de lo real y no de las apariencias, haciendo un mundo propio a partir de lo primero.
  • Vicente Huidobro es un fiel representante de esta tendencia literaria, con su obra Altazor.

Dadaísmo y Ultraísmo

Este movimiento tuvo dos etapas en su génesis, una que nació en el año 1916 y otra que fue en el año 1919 y tiene que ver con la crisis que dejó la Primera Guerra Mundial. Sus características fueron:
  • Insta a que el hombre tiene que rescatar lo irracional.
  • Existencia de nihilismo, que es una negación absoluta, que implica que no hay verdades prefijadas, eternas o indiscutibles.
  • Libertad para la creación proveniente del subconsciente del autor.
  • Se rompen las normas estéticas que tenía la tradición. No hay modelos prefijados.
  • Tristán Tzara (Siete manifiestos dadá) es uno de sus exponentes.

Generación del 27

  • Este movimiento tuvo su génesis en España y se inició en el año 1927, de la mano de un grupo de poetas que buscaron sus propios ideales y los manifestaron como una reacción en contra del modernismo.
  • La visión es personal, ya que el autor, el poeta, se centra en él mismo.
  • La métrica es un elemento de accesorio.
  • Temas populares y subconscientes.
  • Autores de este tiempo: Federico García Lorca con Romancero Gitano y Rafael Alberti con Verte y no verte (obra escrita a García Lorca).

Surrealismo

Comienza en el siglo XX. Abarcaba a todas las artes en general y no sólo a la literatura. Características:- Busca estados de semiconsciencia o subconsciencia como método de escape.
  • Hay una libertad de escritura, se escribe sin pensar: automático.
  • Nacimiento del psicoanálisis.
  • Representantes: Andrés Breton con Primer manifiesto surrealista, Octavio Paz y su obra El arco y la lira.
  • Poca valoración de la fe.

Superrealismo

En esta época se desarrolla un “boom” literario, que se refiere al auge de las obras en América Latina desde 1970 hasta hoy, en la época contemporánea. Sus características son:
  • Los temas que se tratan son histórico – sociales.
  • Se incluyen elementos dentro de la creación, como el monólogo interior, la utilización del estilo indirecto libre, entre otros.
  • Se preocupa del asunto indigenista.
  • Incorporación del realismo mágico.
  • Gabriel García Márquez es uno e los representantes más importantes y conocidos de esta tendencia, con su obra Cien años de soledad, asimismo, Julio Cortázar con Rayuela; Pablo Neruda con sus poemas varios y Ernesto Sábato con El túnel.


ÉPOCA ( 5to extraer lo + importante)


A partir de los años cincuenta y sesenta, enmarcados en el siglo XX, en Latinoamérica se originaron una serie de novelas de mucha relevancia, que se caracterizaban por un inmejorable valor artístico y que gozaban de ser catalogadas como muy originales y singulares.
En las décadas siguientes, hablamos de los años sesenta a setenta, aparecieron brillantes autores hispanoamericanos, tales como Ernesto Sábato (“Sobre héroes y tumbas”, 1961), Carlos fuentes (“La muerte de Artemio Cruz”, 1962), Mario Vargas Llosa (“La ciudad y los perros”, 1962), Alejo Carpentier (“El siglo de las luces”, 1962); Julio Cortázar (“Rayuela”, 1963), Gabriel García Márquez (“Cien años de soledad”, 1967), José Donoso (“El obsceno pájaro de la noche”, 1969), entre otros.
Estas novelas alcanzaron gran preponderancia a nivel internacional y sus autores gozaron de mucha popularidad y reconocimiento, tanto de parte de la crítica como del público.
Este inesperado interés y éxito logrado por estos escritores narrativos, produjo que se empezara a hablar de un “boom latinoamericano”, que significaba que en este lado del mundo se estaba produciendo un auge de la literatura, especialmente del género narrativo. Este auge, además del reconocimiento internacional, implicó una renovación en el mundo de las letras, esto porque los autores rompían con los esquemas traídos desde la tradición y estaban influenciados por las corrientes del vanguardismo.
Esta renovación literaria también fue conocida como la “Nueva Novela” y sus temáticas predominantes fueron la marginación social, la angustia existencial, los problemas de comunicación entre los seres humanos y la impersonalidad de la sociedad de la época. Los autores querían reflejar en sus textos lo que sucedía, las distintas vivencias o situaciones que veían y que afectaban a lo más íntimo del ser, abarcando perspectivas existencialistas y universalistas. La novela ya no trata ni busca servir a la realidad, sino servirse de ella para representar mundos.
El modo de escribir, la estilística, iba de la mano del uso de nuevas palabras o neologismos, de una nueva forma de morfosintaxis y de diferencia de estilos, así como juegos de palabras e inclusión de elementos ambiguos. Del mismo modo, se incorporaron mundos diferentes, como el onírico, fantástico y el maravilloso, se dio libertad a la corriente de la conciencia y a la utilización del montaje, que tenía directa relación con el cine.
Los autores más representativos de este tiempo fueron, fundamentalmente, cuatro:
Gabriel García Márquez (Colombia), Mario Vargas Llosa (Perú), Julio Cortázar (Argentina) y Carlos Fuentes (México).

LIT. LATINOAMERICANA ( 5to-- leer o imprimir)


HISTORIA DE LA LITERATURA LATINOAMERICANA.
EPOCA PRECOLOMBINA
Cuando los españoles llegaron a América encontraron territorios habitados por grupos humanos que tenían diferencias culturales y organizaciones sociales complejas. Específicamente, se puede hablar de las culturas de Centroamérica y la región andina de América del sur: Azteca, Maya e Inca. En el sur del continente se encontraban otros grupos en un menor grado de desarrollo que se dedicaban a la agricultura sedentaria o eran cazadores nómadas. Las grandes culturas fueron sometidas rápidamente por los españoles debido a las grandes rivalidades internas que existían y que los llevaba a traicionarse entre ellos, situación aprovechada por los españoles. Los grupos del sur del continente en cambio, resistieron mucho más y dieron una lucha aguerrida y sangrienta.
En lo que tiene que ver con el contexto cultural se puede afirmar que nuestros indígenas no manejaban alfabetos fonéticos propiamente, pero si habían desarrollado otras formas de comunicación que tenían un sistema de representación visual a partir de gliflos pictográficos, ideológicos y parcialmente fonéticos. Utilizaron la tradición oral como una forma de mantener la cultura, esta tradición era de una gran riqueza, algunas de estas manifestaciones fueron recopiladas por escrito por algunos españoles. Dicha literatura por lo tanto, estaba vinculada con mitos que hacían parte de las ceremonias rituales de los indígenas, presentados en un lenguaje elemental y cuyos temas eran: el origen del mundo, el amor, lo divino. Específicamente, se pueden encontrar todas estas características en el Popol Vuh, libro fundamental de los mayas escrito en lengua Quiche, su nombre significa “libro del concejo” y contiene las más antiguas cosmogonías, mitos e historias del pueblo Maya. Dichas historias fueron recopiladas entre 1554 y 1558 y dadas a conocer en el siglo XVIII. El manuscrito fue descubierto por el padre Francisco Jiménez quien lo tradujo al castellano. Otro importante aporte de la literatura indígena de la época es el Chilam Balam en él podemos encontrar crónicas, genealogías, profecías, cantares mitos y leyendas.
Fue copiado poco después de la conquista y conservado por los indígenas mayas de la provincia de Yucatán. Balam en lengua maya significa jaguar o brujo y Chilam significa sacerdote.
CONQUISTA Y COLONIA.
En el encuentro de dos culturas tan diferentes como la española y la indígena prevaleció un proyecto político de dominación, caracterizado por el saqueo y la violencia extrema que acabó con culturas enteras. El siglo XVI fue un siglo de contrastes y violencia; pero también hubo espacio para la autocrítica. Como se puede apreciar en las leyes de indias y los escritos de Fray Bartolomé de las casas. Se dio una mezcla de razas entre blancos, indígenas y negros con unos roles jerarquizados y diferenciados claramente. Los españoles controlaban el gobierno mientras que los criollos, quienes eran los hijos nacidos en América de los españoles, luchaban por obtener el poder, los indígenas fueron sometidos a diversas formas de trabajo que, junto con las guerras y las enfermedades traídas por los españoles los fueron disminuyendo considerablemente y propiciaron la traída de negros provenientes del África para desempeñar pesados trabajos. Toda esta situación dio origen a un mestizaje racial y cultural de tres continentes.
La vida cultural de la conquista y la colonia estuvo fuertemente influenciada por la iglesia católica, la educación era restringida a unos pocos criollos y esto generó un gran atraso pedagógico-educativo, los libros eran prácticamente inexistentes.
La literatura de este periodo se enriqueció gracias a que los conquistadores escribieron sus aventuras describiendo el nuevo mundo. Se puede afirmar que fue una literatura testimonial que habla de nuestros ancestros.
Se destacan escritores como: Cristóbal Colon con sus Diarios, Hernán Cortés, Cartas de relación de la conquista de México; Francisco López de Gomarra, Historia de las indias; Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de la conquista de Nueva España; Gonzalo Fernández de Oviedo, Historia general y natural de las Indias Fray Bartolomé de las casas Brevísima relación de la destrucción de las Indias,; Alvar Núñez Cabeza de Vaca,Naufragios; Pedro Cieza de León, Crónica del Perú; Fray Bernandino de Sahagún, Historia general de las nuevas cosas de la Nueva España ;El Inca Garcilaso de la Vega, Diálogos de Amor; Alonso de Ercilla, La Araucana .
EL BARROCO
Fue un movimiento cultural que caracterizó toda una época marcada por la contrarreforma que se estaba dando en Europa, y la cual era una reacción contra el protestantismo. Dicha contrarreforma buscaba dar poderío al Papa, por medio del concilio de Trento la iglesia católica redactara los dogmas fundamentales de la fe católica. Esta contrarreforma se prolongará un siglo entero y tuvo un efecto negativo ya que no se dio el librepensamiento ni se permitieron actitudes desenvueltas. En cuanto al aspecto cultural hay una marcada influencia de las concepciones estéticas europeas, en sus dos manifestaciones el Conceptismo el cual consistía en una marcada preocupación por el contenido y el Culteranismo que daba gran importancia a la forma literaria. Las características más notorias de esta etapa de la literatura se ven en un uso de recursos estilísticos complicados y juegos de palabras como también un continua búsqueda de la novedad y de lo extraordinario, uso de un lenguaje complejo y un estilo lleno de contrastes.
Los principales escritores de este periodo son: Sor Juana Inés de La Cruz
( México) , Respuesta a Sor Filotea; Juan de Espinosa Medrano, Apologético a favor de don Luís Góngora y Argote, Príncipe de los poetas líricos españoles; Juan Ruiz de Alarcón (México) la verdad sospechosa, Los favores del mundo.

domingo, 4 de marzo de 2012

GENERACIÓN 37 (6to--leer e imprimir)


La Generación del 37 
  
La denominación habitual de "Generación del 37" para designar grupalmente a escritores como Esteban EcheverríaDomingo Faustino SarmientoJuan Bautista AlberdiJosé Mármol, oscurece, bajo la forma de cierta unidad sin fisuras, la heterogeneidad de los escritores a los que se alude. En términos generales, sin embargo, es cierto que los escritores proyectaron una sólida imagen como generación, presentándose a sí mismos como ciudadanos, jóvenes y exiliados, tres figuras muy instaladas en el imaginario europeo de comienzos del siglo XIX (a través de asociaciones como la Joven Italia o la Joven Europa), o de los escritos de los diversos exiliados en el interior del continente europeo (los españoles liberales, los aristócratas franceses).
En 1837, en la librería porteña de Marcos Sastre, se constituye el Salón Literario, espacio donde escritores como Esteban Echeverría y Juan Bautista Alberdirealizan lecturas de sus ensayos. Cada uno de los trabajos muestra la focalización en la patria como objeto central de reflexión y la convicción de que son los escritores quienes deben asumir la tarea de pensar un destino para el país naciente. La modificación de las costumbres, la propuesta de un sistema legislativo y constitucional coherente, la búsqueda de una teoría política, la necesidad de crear una literatura nacional son algunas de las cuestiones que preocupan a estos intelectuales. "Busco una razón argentina -dice Esteban Echeverríay no la encuentro". La reflexión toma dos direcciones: por un lado para observar al pueblo (al que se busca educar y dirigir, a la vez que se lo registra como una turba semisalvaje); por el otro, hacia una teoría de gobierno, cuyo propósito inmediato sería concluir definitivamente con la anarquía política y la improductividad económica. Estos intelectuales se miran a sí mismos como "hijos de los héroes de la independencia" y se arrogan la tarea de alcanzar la emancipación intelectual para concluir la tarea comenzada en mayo de 1810 por la emancipación política: a la etapa desorganizadora y destructiva de la espada -sostienen-, debe sucederle la de la inteligencia, la razón y la letra. El énfasis sobre la necesidad de una adaptación de las ideas europeas para resolver los problemas específicamente americanos y la búsqueda de cierto pragmatismo político mensura la distancia que quieren instaurar respecto de los liberales rivadavianos de la década del veinte (unitarios), con los que mantienen un enfrentamiento soterrado que por momentos explota en rótulos que los congelan como la "ignorancia titulada" o la "vejez impotente", aunque en general deban buscar alianzas con ellos.
La posición frente al gobierno de Juan Manuel de Rosas, en cambio, resulta todavía vacilante en el Salón Literario. Mientras unos tientan la asunción de su figura como la del "gran hombre", destinado a pacificar y unificar a la nación, otros, ya con reticencias, señalan que ese rol está aun vacante. El Salón Literario, si bien se desarrolló por pocos meses en un ámbito limitado, porteño, resulta representativo de las discusiones que otros intelectuales, como el sanjuanino Domingo Faustino Sarmiento, estaban llevando adelante en otras provincias argentinas. En los años posteriores, sobre todo después de 1840, los escritores de esta generación, proscriptos por Rosas, irán partiendo uno a uno hacia el exilio y se refugiarán en las ciudades de Montevideo (ciudad uruguaya donde se congregará el mayor número de exiliados), Santiago de Chile, Río de Janeiro (Brasil), en el vecino país del norte, Bolivia, o en Perú, según la zona del país desde la cual se exilien.
Si el exilio y la discusión en común de un destino para la nación agrupa a estos escritores como generación, el otro gran factor aglutinante será la adscripción generalizada a la estética romántica. La relación ya la había precisado Víctor Hugo en una frase que circuló mucho entre los intelectuales argentinos: "El romanticismo, si se lo considera en su aspecto militante, no es otra cosa que el liberalismo en literatura". En esta frase vieron los escritores una síntesis que abarcaba también otra de sus búsquedas: la libertad formal en literatura, a través de la emancipación de la opresiva normativa retórica de los neoclásicos; la libertad temática que les permitiera alejarse de la transitada mitología clásica para prestar mayor atención a asuntos nacionales y americanos.
Esteban Echeverría , de regreso en 1830 de su viaje a Europa, difunde en el Río de la Plata la producción de los románticos europeos (Schlegel, Staël, Chateaubriand, Lamartine, Hugo, Scott, Byron). Él mismo, en el marco de esta elección estética, publica tres libros en verso a lo largo de la década del treinta: Elvira o la novia del Plata (1832), Los consuelos (1834) y Rimas (1837), donde incluye uno de sus textos más importantes, "La cautiva". En el exilio publica también La insurrección del Sur (1837), en 1842 el poema "La guitarra" y su continuación, el largo poema El ángel caído; más tarde el Avellaneda -dedicado a Alberdi-, sobre el proyecto y el itinerario de Marco Avellaneda, quien intentó organizar una Liga del Norte para derribar a Rosas.
José Mármol , a lo largo de las décadas del cuarenta y cincuenta, publica -también durante su exilio en Montevideo- poemas románticos que se difunden primero a través de periódicos y luego en libros: El peregrino (1846-1847), Armonías (1851) y Poesías(1854); obras teatrales en verso: El poeta (1842) y El cruzado (1842).
Es la producción poética la que, durante esos años, consolida los prestigios literarios: los escritores entienden ante todo la literatura como poesía. La prosa, en cambio, resulta para ellos instrumento de pensamiento y arma de combate político. Sin embargo, tanto Esteban Echeverría como José Mármol, trascienden más por sus obras en prosa que por sus versos: Echeverría, a través de un relato escrito probablemente hacia 1839 que no publicó en vida, El mataderoJosé Mármol, a través de una novela política, Amalia, publicada por entregas en 1851 y, como libro, en 1855. Estos dos textos, marcados por la lucha contra el tirano Rosas, con fuertes adscripciones políticas, se apartan de la estética romántica cuando representan el universo de sus enemigos rosistas. El detalle realista irrumpe entonces para retratar al pueblo adicto a Rosas y a sus funcionarios, y degradarlos a través de su pintura. Paradójicamente, esta inmersión en el mundo de sus enemigos los lleva a explorar y a descubrir las modulaciones de la estética realista, desvío que -para el lector contemporáneo del siglo XX- se transforma en su mejor hallazgo, porque redunda en una mayor eficacia y originalidad literarias. La historia de la literatura argentina lee, aun hoy, en El matadero -difundido en 1871 por un discípulo de Echeverría,Juan María Gutiérrez, (1809-1878)- el origen del género narrativo en la Argentina, mientras en Amaliavislumbra los orígenes de la novela.
El género novelístico tuvo, hasta la publicación deAmalia en 1851, algunos exponentes poco significativos, o bien porque la circulación de los textos fue muy acotada o porque su eficacia literaria resulta escasa: hacia 1788 el cordobés Miguel Learte escribe Las aventuras de Learte (publicada por primera vez en 1927), mientras en 1822 Juan Justo Rodríguez escribe Alejandro Mencikou, príncipe y ministro del estado ruso, sabio en la desgracia y ayo de sus hijos, dos curiosidades bibliográficas desconocidas -en general- para el lector argentino. Apenas más atención merecieron las incursiones novelísticas de Juana Manso (Los misterios del Plata, 1851; y La familia del comendador, 1854), las novelas de Miguel Cané padre (Esther, 1851; Una noche de bodas, y La familia Sconner, 1858) y las de los historiadores Bartolomé Mitre (Soledad, 1847) yVicente Fidel López (La novia del hereje, 1846; y La loca de la guardia, concluida en 1890). Aunque pueden rastrearse muchos otros exponentes secundarios del género, habrá que esperar hasta la década del ochenta para encontrar un proyecto novelístico del relieve de la Amalia de José Mármol.
Tampoco, curiosamente, proliferan los relatos. Si la postulación de El matadero de Esteban Echeverríacomo primer cuento argentino no es producto de una fatalidad cronológica sino de una operación crítica, apenas podrían citarse hacia esos años los cuentos deJuana Manuela Gorriti (1819-1892) recopilados enSueños y realidades (1865) -hasta la década del ochenta, única escritora que perseveró en el género-; alguna incursión de Bartolomé Mitre ("Memorias de un joven botón de rosa", 1848) o de Juan Bautista Alberdi ("Tobías o La cárcel a la vela", 1851; y "Peregrinación de Luz del día", 1878); y textos que encuadran mejor en el marco del género de costumbres como "El hombre hormiga" (1838), deJuan María Gutiérrez. En 1838, ya cerrado el Salón Literario, se funda La Asociación de Mayo. A Esteban Echeverría se le encomienda redactar el programa de la asociación, llamado Código o Declaración de principios que constituyen la creencia social de la República Argentina, luego difundida con el nombre de Dogma socialista de la Asociación de Mayo. Este texto, junto con el Fragmento preliminar al estudio del Derecho, difundido por el escritor tucumano Juan Bautista Alberdi (1810-1884) en el Salón Literario el año anterior, resultan fundamentales como condensación del pensamiento de la generación.Alberdi en 1837 también publica en el periódico La Moda, una serie de artículos de costumbres, bajo el pseudónimo de "Figarillo", homenaje al muy admirado escritor español Mariano José de Larra, que escribía usando el pseudónimo de "Fígaro". En realidad, el ensayo sobre derecho y los artículos de costumbres de Alberdi podrían pensarse como dos caras de la misma búsqueda: siguiendo a Tocqueville, desde la perspectiva de Alberdi, la letra del derecho debe asentarse sobre las leyes no escritas de las costumbres; y si en el Fragmento hace propuestas teóricas, en los artículos busca reformar las leyes no escritas, reformando a sus lectores a través de la sátira y el ridículo. Alberdi escribe también obras dramáticas (La revolución de Mayo y El gigante de Amapolas) e incursiona en el relato, pero son sus ensayos los que más se destacan: en 1852 -luego de la caída de Rosas- escribe un texto fundamental en el derecho constitucional argentino, Bases y puntos de partida para la organización nacional, entre muchos otros textos como Elementos de derecho público provincial para la República Argentina o El imperio del Brasil ante las democracias de América (1869).
Sin duda uno de los escritores más importantes del siglo XIX argentino es el escritor sanjuanino Domingo Faustino SarmientoEn su ciudad natal Sarmiento se adhirió a la Sociedad Literaria, filial de la porteña asociación de Mayo, aunque en parte su pensamiento y su escritura adoptaron rasgos divergentes a los de Alberdi y Echeverría. Desde muy joven se desenvolvió como periodista y maestro (fundó un colegio de señoritas y se inició escribiendo en el periódico El Zonda) y en 1840 se exilia en el país limítrofe de Chile, donde en 1842, junto a V. F. López, funda nuevamente un periódico, El Progreso. La obra de este escritor es extensísima (sobre todo su labor periodística) y, en este sentido, es importante recordar que la edición de sus obras completas ocupa cincuenta y dos gruesos volúmenes. Entre sus libros más importantes pueden destacarse tres de carácter más profundamente autobiográfico, aunque la crítica literaria ha señalado con frecuencia que casi la totalidad de la escritura deSarmiento puede leerse como una autobiografía: Mi defensa (1843), Recuerdos de Provincia (1849) y Vida de Dominguito (1886). Es en estos textos dondeSarmiento organiza con mayor intensidad su figura de intelectual y escritor, aunque esta imagen está también muy presente en sus biografías de caudillos provinciales: Vida del general Fray Félix Aldao (1845),El Chacho, último caudillo de la montonera de los llanos de La Rioja (1886) y en uno de sus libros más importantes por la incidencia persistente que tuvo sobre la cultura argentina, Civilización y barbarie. Vida de Juan Facundo Quiroga, más tarde conocido simplemente bajo el título de Facundo. En Aldao yFacundo el escritor, a través de la biografía de los caudillos protagonistas, desarrolla una versión de la historia patria mientras, a la vez, alude en forma militante contra Juan Manuel de Rosas. La dicotomía "civilización y barbarie" (que titulaba la vida de Facundo Quiroga en su primera edición) organiza otras polarizaciones: la ciudad en confrontación con la campaña, los federales con los unitarios y -en última instancia- a Rosas con el mismo Sarmiento. Este modo dicotómico de sistematización de la sociedad argentina, aunque corroído en la escritura del texto por la fascinación que, a la vez, le provoca la figura de su biografiado, será uno de los modelos que con más ardor se adoptarán o impugnarán en la historia de la cultura argentina. Sarmiento publica en 1849 sus Viajes en Europa, África y América, donde reseña las impresiones que le suscita el periplo emprendido desde Chile en 1845. Entre las cartas que integran ese volumen de viajes resulta especialmente sugestiva la que remite desde España. Como gran parte de la generación del 37, Sarmientovisualiza en la antigua metrópoli el origen del mal nacional. Pero interesa en ella sobre todo su escritura, porque allí el escritor adopta la pose de un inquisidor americano y pone en marcha los mecanismos que a la vez denuncia: España es escudriñada a través de una maquinaria de interrogatorios, imputaciones y hostigamientos, porque en ella se está también mirando un mal que marcó a la patria americana y no puede ser removido en su presente. Si en la carta a España Sarmientolee las limitaciones que impone la historia a las antiguas colonias americanas, en Francia ve desmoronarse un modelo; en África rebusca, en cambio, analogías con América, mientras en Estados Unidos redescubre los brillos de un nuevo modelo político y económico. Parte de ese deslumbramiento todavía reluce en su libro Argirópolis (1850).
 
Juan M. de Rosas
Juan M. de Rosas
 
Estebán Echeverría
Estebán Echeverría
 
Domingo F. Sarmiento
Domingo F. Sarmiento
 
Juan B. Alberdi
Juan B. Alberdi
Las Bases
Las Bases
 
José Marmol
José Marmol
 
Juana Manso
Juana Manso
 
Marcos Sastre
Marcos Sastre
 
Bartolomé Mitre
Bartolomé Mitre
 
Lucio V. López
Lucio V. López
 
Juana Manuela Gorriti
Juana Manuela Gorriti
 
Marco Avellaneda
Marco Avellaneda
 
Civilización y Barbarie la vida de Juan Facundo Quiroga
Civilización y Barbarie la vida de Juan Facundo Quiroga
 
usto J. de Urquiza
Justo J. de Urquiza
La caída de Juan Manuel de Rosas en febrero de 1852 apenas logra sosegar al incansable Sarmiento. El mismo año publica su Campaña en el ejército grande, texto donde narra su conflictiva relación con el caudillo que venció a RosasUrquiza. Nuevamente exiliado en Chile, mantiene (también en 1852) una de las más estruendosas polémicas del siglo XIX con Juan Bautista Alberdi, a través de cartas: las de Sarmiento se publican bajo el título de Las ciento y una, mientras las de Alberdi se imprimen como Cartas quillotanas.
Entre 1862 y 1864 Sarmiento es gobernador de la provincia de San Juan; renuncia y parte hacia los Estados Unidos como ministro plenipotenciario; en 1868, de regreso a su país, confirma durante el viaje en barco que ha sido elegido Presidente de la República. Su obra se hace cargo, todavía, del ambiente intelectual de la década del ochenta: Conflicto y armonía de las razas en América (1883) redefine, desde una perspectiva positivista, una descripción de la Argentina, pensada -esta vez- a través del drama del enfrentamiento de la raza blanca y la indígena, a través de las leyes de la herencia