jueves, 1 de marzo de 2012

T. NARRATIVO 3er año (imprimir)


La narración. 
Texto alternativo : 
"Todos los años por el mes de marzo una familia de gitanos desarrapados plantaba su carpa cerca de la aldea y con un grande alboroto de pitos y timbales daban a conocer los nuevos inventos Primero llevaron el iman Un gitano corpulento de barba montaraz y manos de gorrion que se presentó con el nombre de Melquiades, hizo una truculenta demostración publica  de lo que el mismo llamaba la octava maravilla de los sabios de Macedonia  Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes metalicos y todo el mundo se espanto al ver que los calderos las pailas las tenazas y los anafes se caian de su sitio y las maderas crujian por la desesperacion de los clavos  y los tornillos tratando de desenclavarse y aun los objetos perdidos desde hacia mucho tiempo aparecian por donde mas se les había buscado y se arrastraban en desbandada turbulenta detras de los fierros magicos de Melquiades. "Las cosas tienen vida propia -pregonaba el gitano con áspero acento- todo es cuestion de despertarles el anima". José Arcadio Buendia, cuya desaforada imaginacion iba siempre  mas lejos que el ingenio de la naturaleza y aun mas alla del milagro y la magia penso que era posible servirse de aquella invencion inutil para desentrañar el oro de la tierra. Melquiades que era un hombre honrado le previno "Para eso no sirve" Pero Jose Arcadio Buendia no creia en aquel tiempo en la honradez de los gitanos asi que cambio su mulo y una partida de chivos por los dos lingotes imantados Ursula Iguaran su mujer que contaba con aquellos animales para ensanchar el desmedrado patrimonio domestico no consiguio disuadirlo "Muy pronto ha de sobrarnos oro para empedrar la casa" replico su marido Durante varios meses se empeño en demostrar el acierto de sus conjeturas Exploro palmo a palmo la region inclusive el fondo del rio arrastrando los dos lingotes de hierro y recitando en voz alta el conjuro de Melquiades Lo unico que logro desenterrar fue una armadura del siglo XV con todas sus partes soldadas por un cascote de oxido, cuyo interior tenia la resonancia hueca de un enorme calabazo lleno de piedras. Cuando Jose Arcadio Buendia y los cuatro hombres de su expedición lograron desarticular la armadura encontraron dentro un esqueleto calcificado que llevaba colgado en el cuello un relicario de cobre con un rizo de mujer."
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, Cien años de Soledad. 1967. 

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